Si te has preguntado cómo empezar a comer sano, la metodología Lean puede ofrecerte un camino claro y estructurado para lograrlo. Adoptar una alimentación saludable es un propósito habitual, pero hacerlo de manera efectiva requiere más que buenas intenciones. En este artículo, te explicaremos como aplicando la metodología Lean, podrás hacer cambios permanentes y efectivos en tu dieta.
Lo Primero, ¿Cuáles son los Beneficios de Comer Sano?
Llevar una alimentación saludable significa comer lo necesario para que tu cuerpo funcione bien y se mantenga sano. Esto incluye evitar enfermedades como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Además, te aseguras de que puedas crecer y desarrollarte de manera adecuada. También de garantizar que, si eres mujer, lleves un embarazo y lactancia sin problemas.
De igual forma, ayuda a tener más autoestima. El sentirse más sano, enérgico y ¿por qué no?, más a atractivo físicamente hacen que tengas más confianza en ti mismo.
Para más información puedes leer un interesante artículo de la OMS sobre alimentación sana aquí.
¿Cómo te Puede Ayudar el Método Lean a Empezar a Comer Sano?
La Metodología Lean se originó en la industria manufacturera, pero su enfoque en la eficiencia y la eliminación de desperdicios la hace aplicable a muchas áreas, incluida tu dieta diaria. Se trata de optimizar los procesos para obtener resultados consistentes y de alta calidad con el menor esfuerzo posible. En términos de alimentación, esto significa hacer elecciones saludables de manera sistemática y con un propósito claro.
Paso 1: Identifica el Valor en tu Alimentación
El primer paso de Lean es definir qué es lo que realmente importa, es decir, que es valioso para ti. En el contexto de alimentación, esto significa identificar qué comidas te nutren y te ayudan a alcanzar tus objetivos de salud y bienestar. Por ejemplo, si tu meta es sentirte más enérgico, los alimentos ricos en nutrientes, como las frutas, verduras y proteínas magras, son los que debes priorizar.
Paso 2: Mapea tu Proceso de Alimentación
Una vez hayas identificado qué es relevante, el siguiente paso es mapear tu proceso actual de alimentación. ¿Qué comes habitualmente? ¿Cuándo tiendes a hacer elecciones menos saludables? Al entender tus patrones actuales, puedes identificar dónde están los «desperdicios» en tu dieta, como el consumo excesivo de comida basura o la falta de preparación de tus menús.
Paso 3: Elimina Desperdicios y Mejora tus Hábitos para Comenzar a Comer Sano
La eliminación de desperdicios es fundamental en Lean. En este caso se traduce en suprimir o reducir los alimentos que no aportan valor a tu dieta. Esto no significa que debes ser rígido y eliminar todos los placeres, sino más bien hacer un esfuerzo consciente para reducir los alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas que no solo no contribuyen a tus objetivos de salud, además los boicotean.
No hagas la compra «a lo loco». Tómate tu tiempo en el súper y evita los alimentos ultraprocesados con una lista larguísima de ingredientes en sus etiquetas. Antepón siempre los productos frescos.
Paso 4: Implementa Cambios Graduales y Sostenibles
Uno de los errores comunes al intentar comenzar a comer sano es querer hacer cambios drásticos de inmediato. La metodología Lean sugiere implementar mejoras pequeñas y continuas. Por ejemplo, si actualmente no consumes suficientes verduras, podrías empezar agregando una porción adicional a tus comidas. Estos cambios graduales son más fáciles de mantener y, con el tiempo, suman grandes beneficios para tu salud. Cómo siempre decimos, escalabilidad.
Paso 5: Establece un Sistema de Retroalimentación
En Lean, la retroalimentación es crucial en el proceso de mejora continua. Establece un sistema para monitorear tu progreso. Puedes llevar un diario de alimentos o usar una aplicación de seguimiento. Evalúa regularmente como te sientes con tu nuevo estilo de alimentación y ajusta según sea necesario. Notarás que al ver las mejoras te animas a continuar así. No obstante, si observas que un cambio no está funcionando, no dudes en probar una estrategia diferente.
Paso 6: Hazlo Parte de tu Estilo de Vida
Finalmente, la clave para el éxito a largo plazo es integrar estos hábitos saludables en tu rutina diaria. La metodología Lean enfatiza la creación de procesos que sean repetibles y sostenibles. Una vez hayas implementado estos cambios, trabaja para mantenerlos de manera constante. Esto podría incluir la planificación de comidas cada semana, llevar snacks saludables al trabajo, o cocinar tus alimentos con antelación. Sobre todo sé perseverante y ten fuerza de voluntad para evitar tentaciones, especialmente no hagas caso a las personas que constantemente te ofrecerán comida chatarra.
Conclusión: Empezar a Comer Sano solo Depende de Ti
Aplicar la metodología Lean a tu alimentación puede parecer un enfoque inusual, pero es extremadamente efectivo. Al centrarte en lo que es valioso para ti, eliminar los desperdicios, y hacer cambios permanentes, puedes empezar a comer sano de una manera que realmente funcione para ti. Recuerda que la clave está en la consistencia y en hacer mejoras continuas que se adapten a tu día a día.
Si estás buscando un cambio en tu dieta y estilo de vida, deja de procrastinar y empieza ya. Aplicar los principios Lean podría ser el camino que estás buscando. ¡Pruébalo y experimenta los beneficios de una alimentación saludable de una manera eficiente y estructurada!
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